Acelerando la confianza y la alineación en equipos de alta dirección

En los comités ejecutivos y equipos de alta dirección, el tiempo es un recurso escaso. Las decisiones se toman en contextos de alta presión, y la efectividad del equipo depende no sólo del talento individual, sino de la calidad de la confianza y la alineación colectiva. Sin estos dos ingredientes, incluso las mejores estrategias se diluyen en la ejecución.

La confianza como base

La confianza es la base para conversaciones abiertas, feedback honesto y colaboración real. En la alta dirección, donde las agendas personales y la política corporativa pueden filtrarse, la construcción de confianza requiere vulnerabilidad en la actitud, claridad en el mensaje y coherencia en la ejecución.

  • Vulnerabilidad en la actitud: Un CEO que se muestra con virtudes y defectos, como cualquier ser humano, que reconoce lo que no sabe y acepta los errores como parte del proceso de mejora continua, genera permiso para que otros hagan lo mismo. 
  • Claridad en el mensaje: Un CEO que define claramente el rumbo, acelera el logro de resultados.  El mensaje incluye tanto los objetivos de negocio a lograr como el propósito que defina las formas en que van a trabajar juntos. La pregunta a responder por todos los miembros de los comités ejecutivos es ¿qué espero que suceda y qué espero que nunca suceda en este equipo? El seteo claro de expectativas acelera confianza y la efectividad de los equipos de liderazgo.
  • Coherencia en la ejecución: Las declaraciones de propósitos y formas de trabajar juntos deben vivirse y repetirse en cada ocasión que lo amerite. No son declaraciones vagas y palabras lindas para mostrar afuera, son declaraciones fundamentales que dan dirección y sentido a la ejecución de los equipos de liderazgo. La pregunta en situaciones críticas sería ¿esta decisión nos aleja o nos acerca a nuestro propósito?  La referencia a estos compromisos y cumplirlos en la ejecución refuerza la confianza y acelera el logro de los resultados. 

En contextos de cambio acelerado, la confianza se convierte en un acelerador de la toma de decisiones, porque reduce el tiempo invertido en segundas lecturas y defensas innecesarias.

Alineación: más allá del consenso

La alineación no es lo mismo que estar de acuerdo en todo. Significa que, aun con diferencias de opinión, los líderes comparten una comprensión común de los objetivos y se comprometen públicamente con la decisión final.

Un comité ejecutivo alineado logra tres cosas:

  1. Claridad en prioridades: Todos saben qué importa más ahora.
  2. Velocidad en ejecución: Se reduce la parálisis por análisis.
  3. Consistencia hacia la organización: El equipo habla con una sola voz, evitando mensajes contradictorios que erosionen la credibilidad.

Cómo acelerar el proceso

  1. Hablar sobre lo que habitualmente no se habla: Espacios de reflexión conjunta, sesiones offsite o simplemente conversaciones uno a uno donde se aborden no sólo temas de negocio, sino también la forma de trabajar juntos y su impacto en las personas.
  2. Practicar la “conflictología sana”: Discutir fuerte las ideas, pero no las personas. El desacuerdo bien gestionado fortalece la cohesión.
  3. Reforzar compromisos visibles: Después de una decisión, cada miembro del comité debe comunicarla y respaldarla frente a sus equipos, incluso si no fue su opción favorita.
  4. Medir la alineación: Revisar periódicamente si las acciones del equipo reflejan las prioridades estratégicas. Si no, reencuadrar rápidamente.
  5. Tener conversaciones desafiantes: Para poner en práctica los 4 pasos anteriores es necesario que el CEO cuente con la habilidad para tener conversaciones claras y transparentes, que muchas veces, resultan desafiantes. Un KPI para medir confianza es la cantidad de veces que tenemos conversaciones  auténticas, expresando de manera transparente lo que nos pasa con el otro, basándonos en los comportamientos que observamos. No sirve hablar a medias tintas. “Clear is kind”, citando a Brené Brown.
  6. Acelerar el proceso con un coach externo:  Hay procesos de alto impacto y de bajo nivel de dedicación en tiempo que facilitan y aceleran este proceso con la intervención de un coach externo. Esto es fundamentalmente útil en procesos de incorporación de un nuevo CEO, nuevos integrantes en los comités ejecutivos o cuando se requiere un “fresh start” ante cambios culturales, en equipos que ya vienen trabajando juntos.

El efecto dominó en la organización

Cuando un comité ejecutivo logra acelerar confianza y alineación, el impacto se multiplica hacia abajo. Los equipos perciben coherencia, lo que incrementa el engagement y la velocidad de ejecución. En cambio, la falta de alineación arriba suele traducirse en silos, duplicidad de esfuerzos y desgaste cultural.

La aceleración de confianza y alineación en equipos de alta dirección no es un lujo, sino un requisito estratégico. Es la diferencia entre un grupo de líderes talentosos y un verdadero equipo de liderazgo capaz de movilizar a toda la organización hacia el mismo horizonte.